La tradición de la fiesta de quince nace de una antigua costumbre de las familias aristocráticas que ofrecían un banquete para presentar en sociedad a su hija que empezaba a convertirse en mujer. Hoy en día, lo que se busca es diversión, juntar a los amigos y la familia y celebrar poniendo todo para armar un momento único e inolvidable.
Se sabe: cuando una chica festeja sus quince quiere estar espléndida. Pero para que ella brille al máximo, no es la única que debe lucir un vestido especial. Su familia también debe hacerlo. Hermanos, padres y padrinos, al rodearla, se convierten en el marco indispensable para realzar su belleza. Por eso, es importante que alguien de la familia -o un consejero profesional- tome la posta y se ocupe de coordinar, entre otros asuntos, la cuestión del vestuario.
Como si se tratase de una función teatral, el vestuario es parte de la escenografía general de la fiesta. La quinceañera es la protagonista y su familia, el elenco. Así pensado, resulta más fácil entender por qué es tan importante que los colores combinen, que no se repitan, que el estilo de los hermanos respete el estilo de la quinceañera. Y más. Son detalles fundamentales que, después de la fiesta, al igual que después de una gran obra, van a perdurar por siempre en la memoria de los asistentes y, sobre todo, en las fotos.
Qué tener en cuenta
1-Fiesta temática. Se puede optar por una línea conductora para el evento (romance, películas, princesas). Lo ideal es siempre escuchar a la homenajeada ya que en todos los detalles se buscará respetar el tema elegido.
2-Un vestido especial. El diseño del vestido de la homenajeada marca el estilo de la fiesta y se convierte en referencia para armonizar y hom*ogenizar los looks de toda la familia.
3-Elegir el color. Los colores de las quinceañeras hoy en día no son colores clásicos ni los antiguos pasteles, sino que pueden ser más estridentes, de acuerdo con la personalidad de la cumpleañera. El vestido blanco es preferible adoptarlo para la boda y no para esta ocasión. Ningún miembro de la familia ni amigas cercanas deberán usar ese color.
4-Test de colorimetría para todos. Tanto la quinceañera como sus familiares pueden aprovechar la ocasión para determinar sus colores personales y en base al rango de su paleta elegir los accesorios y telas que más realzan su imagen.
5-Respetar las jerarquías. Como dijimos, las mujeres de la familia y las amigas no se deberían de vestir del color que haya elegido la quinceañera, ni tampoco pretender sobresalir, dado que la protagonista es la del cumpleaños. Siempre hay que respetar las jerarquías: el vestido de la mamá será el más importante, luego vendrán las hermanas. Estos vestidos deben ser más elaborados que los vestidos de las demás invitadas, pero no competir en absoluto con el de la agasajada.
6-El look masculino. El padrino y los otros hombres de la familia también tienen que combinar su atuendo con el de las mujeres de la familia. Según la etiqueta, la camisa marca la formalidad del atuendo, en sus puños, su cuello y botones. Los hombres pueden vestir con smoking o frac si se busca un look más elegante.
7-Dress code para invitados. Respecto de los demás invitados, siempre es conveniente especificar el código de vestimenta. Así, además de lograr que en las fotos haya una concordancia, se recuerda que una fiesta de quince es un evento importante, en donde los invitadosdeben hacer honor a los anfitriones. Vestirse adecuadamente es un signo de respeto hacia quien nos invitó y es una buena manera de honrar el motivo y a la agasajada.
Lic. Yamila Pica, asesora de imagen, maquilladora profesional y directora de Plushlamour Centro Integral de Imagen.
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