La destilación es un método para la purificación y separación de líquidos que se consigue calentando un líquido hasta el punto de vaporización y, a continuación, se captura el vapor en forma de condensado.
Las elevadas temperaturas que se necesitan para destilar compuestos con un punto de ebullición alto a presión atmosférica a menudo afectarán negativamente al compuesto. En estos casos, es preferible la destilación por vacío.
La destilación por vacío separa los compuestos con un punto de ebullición alto mediante la interacción de presión y temperatura. Al bajar la presión, también se puede bajar la temperatura necesaria, lo que permite una destilación menos agresiva.
El proceso de destilación suele realizarse con aparatos de laboratorio para destilación por vacío y una bomba de vacío adecuada. La elección de la bomba vendrá determinada por numerosos factores, incluida la profundidad de vacío deseada, el volumen total del sistema y la temperatura deseada. La interacción de la temperatura del sistema con los puntos de ebullición de los disolventes determinará la profundidad de vacío deseada. El volumen total del sistema ayudará a establecer la velocidad de flujo óptima de la bomba: a mayor volumen, mayor flujo.
Las consideraciones que se deben tener en cuenta para elegir la bomba más adecuada incluyen:
- Funcionamiento sin aceite con excelente compatibilidad química
- Capacidad para procesar vapores húmedos
- Profundidad de vacío final
- Una velocidad de flujo adecuada al volumen del sistema
- Opciones para la recuperación del disolvente tanto en la entrada como en la salida
- Control regulable de los niveles de vacío
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